Magnesio para hipertensos: qué saber antes de empezar a tomarlo


Publicado el 30/05/2025 - Última actualización el 30/05/2025

Tal vez has oído que el magnesio ayuda a relajar los músculos, a mejorar el sueño o incluso a controlar la presión arterial... Pero surgen las dudas: ¿es seguro para mí? ¿interferirá con mi medicación? En este artículo voy a intentar resolver todas esas dudas.

¿Un hipertenso puede tomar magnesio?

La respuesta corta es : en la mayoría de los casos, una persona con hipertensión puede tomar magnesio sin problemas. De hecho, varios estudios sugieren que mantener niveles adecuados de magnesio no solo es seguro, sino que puede tener efectos positivos sobre la presión arterial.

Ojo: el magnesio no sustituye el tratamiento médico. Es un complemento que puede ayudar a mejorar el equilibrio general del organismo y, con ello, contribuir a mantener una presión arterial más estable. Pero el pilar sigue siendo el tratamiento individualizado, una alimentación saludable y el ejercicio regular.

¿Cómo ayuda el magnesio?

El magnesio actúa en el cuerpo de varias formas que pueden influir positivamente en la presión arterial:

  • Relaja los vasos sanguíneos

El magnesio ayuda a que las paredes de las arterias se relajen. ¿Resultado? Los vasos se ensanchan un poco y la sangre circula con menos resistencia, lo que contribuye a bajar la presión.

  • Calma el sistema nervioso

Una falta de magnesio puede hacer que el sistema nervioso esté más alterado, lo que aumenta la liberación de adrenalina y otras hormonas que elevan la tensión. Al tener magnesio suficiente, se ayuda a mantener ese sistema más equilibrado.

  • Equilibra sodio y potasio

El exceso de sodio sube la presión, mientras que el potasio la contrarresta. El magnesio juega un papel clave en mantener ese balance, favoreciendo la eliminación de sodio y reteniendo potasio en las células.

  • Reduce la inflamación y el estrés oxidativo

La inflamación crónica y el daño oxidativo contribuyen al endurecimiento de las arterias. El magnesio tiene un efecto antiinflamatorio suave que puede proteger la salud vascular.

¿Cuánto efecto se puede esperar?

Los estudios muestran que tomar magnesio puede bajar entre 2 y 4 mmHg de presión sistólica (la máxima).

Puede parecer poco, pero incluso reducciones modestas en la presión arterial pueden disminuir el riesgo de complicaciones cardiovasculares a largo plazo. Es como sumar pequeñas ventajas que, con el tiempo, marcan la diferencia.

Además, muchos pacientes reportan otros beneficios que no aparecen en los números de la tensión, pero que sí influyen en su bienestar diario:

  • Menos calambres musculares.
  • Mejor calidad del sueño.
  • Reducción del nerviosismo o irritabilidad.

¿Qué tipo de magnesio es mejor para hipertensos?

Cuando uno empieza a informarse sobre los suplementos de magnesio, es fácil sentirse perdido entre tantas opciones: citrato, bisglicinato, cloruro, óxido, malato, taurato… ¡la lista parece interminable!

Mucha gente piensa que cada tipo de magnesio sirve para una necesidad concreta: uno para los músculos, otro para dormir, otro para la presión arterial… Pero ojo, esto es un mito.

La realidad es que todas las formas de magnesio aportan el mismo mineral: magnesio, y es este el que actúa en el organismo, no el "apellido" (citrato, bisglicinato, etc.). Así que lo importante no es tanto una supuesta función especial, sino cómo se absorbe y cómo lo tolera tu cuerpo.

Los 2 criterios clave a la hora de elegir son:

  1. Biodisponibilidad (es decir, qué cantidad de magnesio realmente llega al organismo).
  2. Tolerancia digestiva (algunas formas pueden ser laxantes y otras son más suaves para el estómago).

Formas recomendadas

  • Bisglicinato de magnesio
  • Malato de magnesio
  • Citrato de magnesio
  • Taurato de magnesio
  • Treonato de magnesio

Formas menos recomendables

  • Óxido de magnesio
  • Magnesio marino
  • Cloruro de magnesio
  • Carbonato de magnesio

Si tienes hipertensión y buscas el mejor magnesio, el bisglicinato es una opción excelente. Es altamente absorbible, suave para el estómago y efectivo para corregir posibles déficits, todo sin provocar molestias digestivas.

Después de ver tantos productos poco serios y mal formulados,  decidí crear el mío. 

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¿Cuánto magnesio tomar si tienes hipertensión?

En los ensayos clínicos que han observado beneficios en la presión arterial, se han utilizado dosis medias de entre 300 y 400 mg de magnesio elemental al día:

Estas dosis suelen estar por encima de lo que se recomienda habitualmente en la suplementación diaria para la población general, donde se aconsejan cantidades de referencia más bajas, normalmente en torno a 200-250 mg/día según la European Food Safety Authority (EFSA).

La razón por la que los ensayos usan dosis más altas es que buscan asegurar un efecto detectable en un plazo relativamente corto (normalmente 2-3 meses), algo que no siempre ocurre con las dosis moderadas. Pero eso no significa que todo el mundo deba tomar esas cantidades en casa ni que más magnesio signifique necesariamente más beneficio.

Nuestras recomendaciones

Lo más sensato para uso cotidiano es comenzar con 200-250 mg/día de magnesio elemental, que ya cubre buena parte de las necesidades diarias.

Si lo toleras bien y tu médico lo aprueba, puedes valorar subir a 300-350 mg/día en casos específicos (por ejemplo, si hay déficit documentado o hipertensión difícil de controlar).

Conviene revisar siempre las etiquetas de los suplementos para no confundir “peso total del compuesto” (como citrato de magnesio, o bisglicinato de magnesio ) con “magnesio elemental”.

¿Hay interacciones entre magnesio y medicamentos para la presión?

En general, el magnesio es compatible con los medicamentos antihipertensivos.

En algunos casos puede incluso potenciar su efecto de forma positiva, ayudando a mantener la presión más estable.

Eso sí, hay matices importantes que conviene tener en cuenta:

  • Diuréticos (como hidroclorotiazida, furosemida): estos medicamentos pueden aumentar la pérdida de magnesio por la orina, lo que a largo plazo puede llevar a un déficit. Aquí, suplementar magnesio puede ser útil para evitar carencias.
  • Inhibidores de la ECA y antagonistas de los receptores de angiotensina (enalapril, losartán, etc.): no suelen causar problemas con el magnesio, pero si además tomas suplementos de potasio, conviene vigilar los niveles para evitar desequilibrios.
  • Bloqueadores de los canales de calcio (amlodipino, nifedipino, etc.): como el magnesio también tiene cierto efecto vasodilatador, podría sumarse al efecto del medicamento. Esto no suele ser un problema, pero si notas mareos, cansancio excesivo o bajadas de tensión, consulta con tu médico.
  • Betabloqueantes (metoprolol, bisoprolol, etc.): no se conocen interacciones relevantes a dosis habituales de magnesio, pero conviene estar atento si aparecen síntomas como pulso muy lento o debilidad inusual.

Atención especial en insuficiencia renal

Si tienes insuficiencia renal moderada o grave, el magnesio puede acumularse porque los riñones no lo eliminan bien. En ese caso, hay que consultar siempre al médico antes de tomarlo.

Separar tomas con otros medicamentos

El magnesio puede interferir en la absorción de algunos fármacos, como antibióticos (quinolonas, tetraciclinas) o medicamentos para la tiroides. La recomendación general es separar la toma del magnesio al menos 2 horas de estos fármacos.

Con los medicamentos para la hipertensión no suele haber este problema, pero es una buena práctica para evitar sorpresas.

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