¿Tomar colágeno y magnesio afecta tu peso?


Publicado el 14/01/2025 - Última actualización el 14/01/2025

¿Os habéis fijado en cómo cada vez más personas hablan de los suplementos de colágeno y magnesio? Son dos productos populares para el bienestar, pero a menudo están rodeados de dudas y mitos, como la idea de que pueden haceros engordar.

Colágeno y magnesio: ¿Pueden influir en el peso?

Empecemos con el  Colágeno 

Muchas personas temen que tomarlo pueda hacerles engordar, pero en realidad, no hay motivos para preocuparse. Una dosis estándar de colágeno hidrolizado (unos 10 gramos) contiene entre 35 y 40 calorías. Es decir, lo mismo que una pequeña pieza de fruta, como una mandarina. 

Y lo mejor es que esas calorías no provienen de grasas ni azúcares, sino de proteínas, en forma de aminoácidos como la glicina y la prolina.

Además, hay estudios que sugieren que el colágeno puede tener un ligero efecto saciante. En otras palabras, al incluirlo en vuestra dieta, podríais sentir menos hambre y evitar picar entre horas.

Algunas personas notan una ligera retención de líquidos al empezar a tomar colágeno. Esto puede dar una sensación de "hinchazón", pero no tiene nada que ver con ganar peso real. Es solo una fase de adaptación de vuestro cuerpo, y suele desaparecer rápidamente.

Pasemos ahora al  Magnesio 

Este mineral no aporta calorías, ya que no es un macronutriente. Por lo tanto, no hay manera de que, por sí solo, pueda haceros engordar.

Por el contrario, puede ayudaros a mantener el peso bajo control:

  • Al reducir el estrés y mejorar vuestro estado de ánimo, es menos probable que recurráis al famoso "picoteo emocional".
  • Regula el metabolismo y las funciones musculares, lo cual es ideal para quienes tienen un estilo de vida activo.

En algunos casos, ciertas personas pueden experimentar una ligera retención de agua o incluso efectos laxantes al tomarlo. Estos fenómenos son temporales y varían según la sensibilidad de cada persona...

¿Por qué tantas ideas erróneas?

Productos con ingredientes añadidos

Un culpable frecuente son los complementos de baja calidad, así como las gominas que están de moda ahora. A menudo contienen azúcares, edulcorantes calóricos o incluso aditivos innecesarios. Estos extras, al ser consumidos regularmente, sí pueden contribuir a un aumento calórico en vuestra dieta. Por eso, es fundamental leer las etiquetas y elegir productos puros, sin rellenos ni componentes sospechosos.

Confusión entre hinchazón y aumento de peso

¿Os ha pasado sentir que estáis más “hinchados” después de empezar con un suplemento? Es algo que muchas personas confunden con engordar, pero no tiene nada que ver. La retención de agua o los ajustes fisiológicos iniciales (especialmente con el colágeno o ciertos tipos de magnesio) pueden dar esa sensación temporal, pero no significan una ganancia de grasa real. Es un efecto pasajero, no permanente.

Cambios en la rutina

Cuando empezáis a tomar suplementos, muchas veces también cambiáis otros hábitos: vuestra dieta, el ejercicio o incluso las horas de sueño. Estos cambios pueden influir en vuestro peso de manera indirecta, pero no son culpa del colágeno ni del magnesio. Por ejemplo, una mejor hidratación (gracias al colágeno) puede daros una sensación de volumen, que no tiene nada que ver con la grasa corporal.

Efecto placebo y percepción

A veces, todo está en la mente. Si alguien os dice que el colágeno o el magnesio hacen engordar, es fácil que os sugestionéis y penséis que os está pasando lo mismo. Pero, ¿habéis comprobado realmente si vuestro peso ha cambiado en la báscula? A veces lo que sentimos no se refleja en la realidad.

¿Cómo integrar el colágeno y el magnesio sin preocupaciones?

1. Comprar productos de calidad

No todos los suplementos son iguales. ¿El mejor consejo? Leed siempre las etiquetas. Aseguraos de que no contengan azúcares añadidos, edulcorantes artificiales o ingredientes innecesarios. Por ejemplo, un colágeno hidrolizado puro o un magnesio bisglicinato de buena calidad serán opciones más seguras y efectivas.

Además, evitad los productos que prometen resultados milagrosos. Ya sabéis lo que dicen: si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.

2. No olvidéis la importancia de una dieta equilibrada

Estos suplementos son un apoyo, no un sustituto de una alimentación saludable. Incluid una buena variedad de frutas, verduras, proteínas y grasas saludables en vuestra dieta. Pensad en el colágeno y el magnesio como aliados que refuerzan vuestros esfuerzos diarios para llevar una vida más saludable.

3. Respetad las dosis recomendadas

Más no siempre es mejor, incluso con algo tan beneficioso como el colágeno o el magnesio. Seguid las indicaciones del fabricante o consultad con un profesional de la salud si tenéis dudas. Un exceso de magnesio, por ejemplo, podría causar molestias digestivas como diarrea, y aunque no os hará engordar, no será agradable.

4. Escuchad a vuestro cuerpo

Cada persona es un mundo. Si notáis algún efecto inesperado, como hinchazón persistente o molestias, no dudéis en ajustar las dosis o cambiar de producto. Y, por supuesto, si los síntomas persisten, consultad a un médico o nutricionista. Ellos os ayudarán a encontrar la solución adecuada.

No recomendamos los suplementos que combinan colágeno y magnesio

Aunque ambos son nutrientes valiosos, optar por un suplemento que los combine no es la mejor elección.

  1. Estas fórmulas suelen incluir óxido o carbonato de magnesio, dos formas de baja biodisponibilidad (que el cuerpo absorbe de manera limitada)
  2. No permiten ajustar las dosis de cada uno según las necesidades individuales.
  3. En pastillas, es difícil alcanzar las dosis recomendadas de colágeno.

➜ Para obtener el máximo beneficio, es mejor tomar estos suplementos por separado, eligiendo formas de buena calidad como colágeno hidrolizado puro y magnesio bisglicinato.

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