Problemas para dormir: cómo te puede ayudar el lúpulo
Publicado el 13/06/2025 - Última actualización el 13/06/2025

Si últimamente te cuesta dormir, debes saber que existen soluciones naturales eficaces. Entre infusiones, pastillas y remedios caseros, el lúpulo se presenta como una posible opción.
Vamos a ver qué dice la ciencia sobre el lúpulo y el sueño: cómo actúa en el organismo, cómo se puede consumir y cuándo puede ser útil...
El lúpulo para dormir: ¿funciona de verdad?
Se utiliza desde hace siglos para calmar los nervios, reducir la ansiedad y facilitar el sueño. Y no solo en forma de infusión: antiguamente, en algunos pueblos, se rellenaban almohadas con conos de lúpulo para aprovechar su aroma relajante.
Pero más allá de las tradiciones, también hay estudios modernos que han intentado responder a esta misma pregunta: ¿sirve de algo tomar lúpulo para dormir mejor?
Y la buena noticia es que sí, hay evidencias.
➜ Si lo que te pasa es que estás pasando por una época de ansiedad, duermes mal por preocupaciones o tienes el típico insomnio puntual, el lúpulo puede contribuir a relajar el cuerpo y preparar la mente para el descanso.
¿Cómo actúa el lúpulo en el cuerpo?
- Calma el sistema nervioso
Imagina que tu cerebro tiene un pedal de freno y otro de acelerador. Cuando estás nervioso o estresado, el acelerador se pisa a fondo: pensamientos que no paran, tensión muscular, el corazón más rápido... dormir en ese estado es casi misión imposible. Pues bien, el lúpulo actúa como un suave freno natural.
Esto se debe a que influye sobre un neurotransmisor llamado GABA (ácido gamma-aminobutírico), que es como un tranquilizante que produce tu propio cuerpo. El GABA ayuda a calmar la actividad cerebral, reduce la ansiedad y favorece la relajación. Y el lúpulo, al parecer, estimula este sistema de forma natural, ayudando a que tu cuerpo entre en modo descanso más fácilmente.
- Puede influir en los ritmos del sueño
Además, contiene ciertos compuestos que pueden tener un ligero efecto parecido al de la melatonina (la hormona que regula el sueño...). Eso explicaría por qué algunas personas no solo se duermen antes, sino que también se despiertan menos durante la noche.
- Su aroma también relaja
Y por si fuera poco, el lúpulo también tiene un aroma relajante, que al inhalarse (por ejemplo, en una infusión o en una almohada con conos secos) puede contribuir a crear un ambiente más propicio para dormir.
¿Solo o acompañado?
Muchos de los estudios más interesantes no lo han analizado aislado, sino combinado con otras plantas, sobre todo la valeriana.
Lúpulo + valeriana: una pareja con potencial
Varios ensayos clínicos han mostrado que esta combinación puede reducir el tiempo que tardas en dormirte y mejorar la calidad del sueño. Incluso ha funcionado mejor que la valeriana sola. Es decir, el lúpulo añade un plus.
Además, esta mezcla tiene algo que muchos buscan:
- No deja resaca mental por la mañana.
- No crea dependencia.
- Y se puede tomar durante varias semanas sin problemas.
Otras combinaciones interesantes:
- Melisa, ideal para calmar la mente agitada.
- Pasiflora, muy útil en casos de ansiedad.
- Amapola de California, que ayuda a reducir los despertares nocturnos.
¿Y el lúpulo solo, qué tal?
También hay estudios donde se ha probado solo, por ejemplo en forma de extracto o incluso como ingrediente principal de la cerveza sin alcohol. En esos casos, se ha visto una mejora en la conciliación del sueño y una disminución del estrés, especialmente en personas con ritmos alterados (como quienes trabajan por turnos).
Ahora bien, el efecto por sí solo es más suave, y puede que no sea suficiente si tienes un insomnio más persistente.
¿Cómo tomar lúpulo para dormir mejor?
Vamos a ver las opciones más comunes y cómo sacarles el máximo partido.
1. En infusión
Es la forma tradicional: se usan los conos secos (las flores), que se infusionan como cualquier otra planta. Ideal si te gusta el ritual de una infusión caliente por la noche y buscas algo suave y natural...
- ¿Cómo se prepara? Una cucharadita de conos secos por taza, agua muy caliente, 10–15 minutos de reposo y listo.
- ¿Cuándo tomarla? Unos 30–60 minutos antes de acostarte.
- ¿El sabor? Bastante amargo. Puedes suavizarlo con miel o combinarlo con otras plantas como tila, melisa o manzanilla.
2. En cápsulas
Perfecto si prefieres algo rápido, eficaz y sin sabor. Suelen contener extractos secos estandarizados (más concentrados que la planta entera).
- Dosis habitual: entre 100 y 500 mg de extracto al día, repartidos o en una sola toma.
- Momento ideal: unos 30 minutos antes de dormir.
- Solo o en combinación: muchas fórmulas incluyen también valeriana, pasiflora, melisa o incluso melatonina.
3. En gotas
Los llamados extractos hidroalcohólicos (o tinturas). Se toman diluidos en agua, y el cuerpo los absorbe muy rápido, pero tienen un sabor fuerte...
- Dosis típica: entre 20 y 40 gotas, según el producto.
- Algunas personas prefieren evitarlos por su contenido en alcohol.
¿Durante cuánto tiempo?
El lúpulo se puede tomar de forma puntual (cuando lo necesites) o en ciclos de varias semanas. No es adictivo ni crea dependencia.
Conclusión: ¿a quién puede ayudar realmente el lúpulo?
La realidad es que no todo el mundo necesita lo mismo para dormir mejor. Y aunque el lúpulo es una opción natural, segura y con efectos reales, no es una varita mágica.
✅ Casos en que te puede ayudar:
- Si te cuesta conciliar el sueño por estrés, nervios o mil pensamientos antes de dormir.
- Si atraviesas una época de cambios, preocupaciones o ansiedad ligera.
- Si duermes mal de forma puntual y buscas una ayuda natural, sin efectos secundarios raros.
- Si prefieres evitar pastillas más fuertes y quieres empezar por algo suave.
- Si te gusta crear un ritual relajante por la noche (infusión, luz tenue, respiraciones…).
❌ Casos en que no es suficiente:
- Si llevas meses con insomnio severo o te despiertas varias veces cada noche.
- Si ya has probado muchas cosas y nada parece funcionar.
- Si tienes problemas de salud mental más profundos (ansiedad crónica, depresión, etc.).
Para dormir mejor, cuida también:
- tus rutinas (acostarte a la misma hora, evitar pantallas antes de dormir…),
- tu entorno (temperatura, luz, ruido),
- y lo que haces durante el día (evitar estimulantes, hacer algo de ejercicio…).